La OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) recomienda directamente no comprar viviendas sobre plano, sobre todo cuando no existe licencia de obras, hay falta de transparencia en los compromisos o los contratos contienen cláusulas abusivas.Se trata de una operación arriesgada que, aun siendo una opción con alguna que otra ventaja, queda por detrás de la seguridad de la compra de viviendas construidas.
Esta modalidad de adquisición ofrece, por lo general, precios más competitivos y puede suponer un de hasta un 15% en el mercado actual. El pago de las cuotas durante el tiempo que dura la obra es flexible y se pueden elegir ubicaciones con mejores vistas, personalizar algunas características de la vivienda e incluso ir corrigiendo otras según avanza la construcción.
Sin embargo exige actuar con precaución. Resulta crucial, de hecho, conocer la solvencia, responsabilidad del proyecto y el promotor al que, por otro lado, conviene exigir un seguro que avale las cantidades entregadas. Es decir, incorporar garantías de devolución constituye la fórmula indispensable para garantizar que no se pierde el dinero.
Esta alternativa, ideal para presupuestos limitados, exige además la disponibilidad de otra vivienda durante el proceso de construcción, algo que suele demorarse por lo general dos años o más. Por este motivo sólo los compradores que pueden esperar y no están apurados pueden aprovecharse de una compra sobre plano.
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Fuente: abc/ renovalia/noticias inmobliliaria
